Chiara Semeraro: "No ha sido fácil, viniendo de un pueblo y siendo una chica en principio nadie
Chiara Semeraro es una joven tatuadora italiana afincada en Barcelona. Hace unos años montó su estudio Saudade Tattoo junto con su marido en la ciudad catalana. Durante ese tiempo, se han situado entre los principales estudios de referencia de la capital y ella ha sido premiada en múltiples ocasiones por su estilo new traditional y sus pequeñas obras de arte en forma de tatuaje. En febrero, me dirigí a su precioso estudio en el Carrer de Joan d'Àustria para hablar con ella sobre las mujeres en el tatuaje.
V: ¿Dónde aprendiste a tatuar y dónde trabajaste antes de fundar Saudade?
C: Pues aprendí a trabajar de forma autodidacta y empecé a los 23 años. Ya había tenido alguna experiencia de adolescente con los tatuajes muy precoz y siempre me ha gustado. Lo que más me importaba en un principio era dibujar y luego ya conseguí relacionar el trabajo con la pasión. Como te he dicho, empecé a tatuar con 23 años y entonces no tenía ni idea de cómo montar una máquina, qué era una aguja... Y poco a poco lo fui aprendiendo sobre la marcha. Con la ayuda de muchos amigos con los que pude empezar a practicar logré comenzar esta experiencia. No fue fácil, pero bueno aquí estoy. Llevo diez años tatuando, aunque de manera profesional solamente seis desde que me junté con mi marido y montamos este estudio aquí en Barcelona y en este tiempo además hemos hecho colaboraciones con otros artistas que nos han permitido crecer mucho.
V: ¿Qué te llevó a abrir tu propio estudio?
C: Pues tengo una niña de 13 años y un niño de dos. Y bueno, a ella la tuve con 19 años y entonces quería independizarme y encontrar una manera en la que hacer esto. Empecé a tatuarme con 21 años de manera muy fuerte y fue entonces cuando encontré a un chico que indirectamente me introdujo en este mundo. No ha sido fácil, viniendo de un pueblo y siendo una chica en principio nadie te apoya, pero luego con el tiempo les demuestras que eres una profesional y que haces esto en serio.
De hecho, la primera vez que me tatué me lo hice yo misma con diez años porque tenía muchas ganas, así que imagínate. Es que más allá de que sea un trabajo súper lindo, artístico y demás, es la historia que cuenta un tatuaje. A mi, mi padre y otros parientes me han contado siempre historias como: es que un día estando en la marina estaba borracho y me tatué el nombre de mi novia. Y bueno, muchas historias así muy simpáticas que siempre me han gustado. Porque sí, estás dibujando una pieza pero también estás contando una historia con ella o esa misma pieza esconde una historia que contar, por lo que es algo que me gustaba muchísimo. Lo veo un trabajo muy emotivo y muy artesanal.
V: Dices que siempre has tenido dificultades por ser mujer, ¿te han puesto algún tipo de traba por ello?
C: Bueno, digamos que las he tenido sólo por venir de donde vengo, que es de un pueblo del sur de Italia que digamos es lindo pero también "chungo", porque la gente tiene una mentalidad muy cerrada. Y lo he tenido duro por ser mujer en general. Te diría que ahora, por absurdo que parezca, una mujer en el mundo del tatuaje es hasta una privilegiada porque más allá de ser fuerte en la técnica puede jugar con el personaje. A lo mejor una tatuadora puede arreglarse y montarse un personaje y esto le va a dar un punto más. Algo que también puede hacer un chico, pero es más ese rollo estético por lo que ya no somos "mártires" del tatuaje. Yo diría que hasta ahora el mundo del tatuaje era muy masculino pero desde hace unos años la cosa está cambiando, estamos en un 50/50.
V: Siempre ha existido esta concepción de que el mundo del tatuaje era "territorio de los hombres". ¿Consideras que sigue siendo así?
C: No, no, ya no, todo eso ha cambiado. También te digo que los realities de tattoos como 'Miami Ink' han ayudado mucho a comercializar el tatuaje porque antes era muy underground yo que sé, en los años 90' se tatuaban o el punkie, o el marinero, o la puta o alguien que hubiera estado en la cárcel. Ahora no, ahora ¿quién se va a tatuar? Quien se lo pueda permitir. Ahora se tatúan doctores de lo que sea, médicos, padres, hijos, cualquiera.
V: ¿Dirías que aún existen estigmas hacia la gente tatuada?
C: Yo creo que depende de la política de empresa y del tipo de trabajo, si por ejemplo trabajas en una residencia de ancianos tal vez sí les pueda resultar algo extraño pero... No se, en Barcelona yo no creo que exista realmente ese problema por ejemplo, yo he visto en el Hospital del Mar enfermeros con tatuajes a la vista... Y creo que también afecta qué tatuaje te pones o cómo te presentas. En mi caso, al tener muchos tatuajes intento vestirme lo más básico y discreto posible porque no quiero llamar la atención más allá de eso.
V: Recientemente he conocido un estudio que ha abierto en Barcelona llamado Desiderátum que trabaja de forma social y en el que tatúan a mujeres que hayan podido sufrir violencia de género o que hayan superado un cáncer de mama y quería saber si vosotros también habéis atendido un caso de este tipo.
C: Si, bueno, digamos que ese tipo de tatuajes es más del estilo estético que artístico y claro nosotros no somos especialistas en eso. Porque aunque mi marido sepa, pues está especializado en realismo, no hemos pensado en ese tipo de clientela. Porque por ejemplo, un tatuaje del pezón es un tatuaje estético como puede ser el de las cejas o el de la boca y yo le tengo muchísimo respeto a aquellos que lo trabajan pero es un tipo de tatuaje que no hacemos. Y está claro que seguro que lo hacen muchos tatuadores, pero yo creo que quien se suele ocupar de esto son más los especialistas en estética. También pienso que cada uno debe trabajar en su especialidad ¿no? Si yo hago realismo, trabajo en ello, si no, no. Porque pienso que al final el tatuador que intenta hacer todo nunca lo hace bien del todo.
V: Y por ejemplo, este estudio que te menciono lo llevan solamente mujeres por eso de que se han dado casos de clientes que alegan haberse sentido acosadas por un tatuador. ¿Tú piensas que está bien fomentar este tipo de estudios exclusivamente enfocados a mujeres?
C: A ver, a mi todo lo que sea exagerado ya sea de un lado o del otro no me gusta nada. Y claro que la mujer solo por ser mujer lo pasa mal, siempre tenemos que esforzarnos más que los demás, nosotras parimos, etc. Pero no se, me parece bien la iniciativa para aquellas mujeres que han sufrido un cáncer y demás pero tal vez todo sea un poco excesivo.
Mira pasó una cosa hace poco, vino una clienta que se quería tatuar en el pubis, era una persona muy discreta. Mi marido accedió a hacérselo y ella se sintió tan a gusto que nos hizo un regalo para agradecérnoslo, porque ya había ido a otro estudio de tatuajes del centro muy conocido en el que trabajan un grupo de chicos y cuando les contó lo que querían se rieron en su cara. Se sintió tan avergonzada que casi se fue llorando. Entonces nosotros la acogimos y ella nos agradeció muchísimo la profesionalidad porque oye, puedes no sentirte a gusto al realizar un trabajo y puedes rechazarlo pero siempre debes hacerlo desde el respeto.
V: Claro, lo entiendo. Y bueno, ya para terminar te quería pedir que me recomendases a alguna tatuado que consideres que merece una mención especial, dado que cuando buscas tatuadores en general lo que más te aparecen son hombres.
C: Si, mira, yo te puedo dar el nombre de una muy chica que se llama Taysi Rodríguez que es muy buena y trabaja en el centro de Barcelona, en el estudio Siha Tattoo. También te puedo decir la Turkesa que trabaja en Boira Tattoo y no se, piensa que somos muchas y aquí en Barcelona por ejemplo si en un estudio trabajan cinco tatuadores seguramente al menos dos sean tatuadoras porque es lo que te he dicho, la cosa cada vez se está igualando más.
CONOCE MEJOR EL TRABAJO DE CHIARA